Preparar tu cuerpo:
Existen varias acciones que puedes realizar hoy mismo para mejorar tu salud en vista de la cirugía y facilitar tu recuperación posterior. Dejar de fumar, aunque difícil, es beneficioso ya que mejora la cicatrización y puede acortar la hospitalización. Limitar el consumo de alcohol es crucial, ya que el hígado necesita estar en óptimas condiciones para regenerar tu cuerpo después de la cirugía. Mantener una dieta saludable antes y después de la operación es esencial para la recuperación. Además, realizar ejercicio regularmente fortalece el corazón y los pulmones, ayudando al cuerpo a sanar más rápidamente. Si tienes sobrepeso, perder aunque sea un poco puede mejorar la función cardiovascular y reducir complicaciones como trombos e infecciones.
Condiciones médicas:
Es importante estar en la mejor condición posible para obtener los mejores resultados. Controlar la diabetes ayuda a mejorar la cicatrización y reduce las infecciones. Mantener la presión arterial dentro de rangos seguros es crucial, ya que cifras muy altas pueden retrasar la cirugía. Si sospechas que tienes anemia, consulta con tu médico para minimizar el riesgo de necesitar transfusiones postoperatorias. Asegúrate de comprender bien tus problemas cardíacos, pulmonares y otros, así como la medicación que tomas. Gestionar la ansiedad es natural y puede ser útil practicar técnicas de relajación, atención plena y ejercicios de respiración profunda. También es recomendable revisar la salud dental para evitar lesiones durante la cirugía.
Preparación práctica y logística:
Ir al hospital para una operación puede ser estresante, pero asumir un rol activo en la preparación y planificación te ayudará a sentirte más en control. Planifica cómo pasarás el tiempo en el hospital, como escuchar música o leer un libro. Es normal sentirse cansado después de la cirugía, así que planificar con antelación te permitirá descansar mejor cuando regreses a casa. Asegúrate de tener suficiente comida saludable y organiza el cuidado de tus mascotas e hijos. Prepara una bolsa con tu medicación habitual en su empaque original, ropa adecuada y artículos personales. Mantén una buena higiene bañándote antes de ir al hospital, evitando el uso de cremas. Informa a familiares y vecinos sobre la operación para que puedan apoyarte.
Preparación para la cirugía:
El equipo sanitario colaborará contigo para discutir y planificar todos los aspectos de la cirugía, teniendo en cuenta los beneficios y riesgos. Es útil preparar un cuestionario con todas las preguntas que te surjan, por simples que parezcan. Pregunta sobre el momento de dejar de comer y beber, qué medicación tomar antes y durante la cirugía, el tiempo de recuperación, cuándo podrás conducir o hacer deporte, y cualquier otra restricción postoperatoria.
Preparar la vuelta a casa y recuperación:
Antes de regresar a casa, recibirás información sobre qué esperar durante la recuperación, ejercicios recomendados y prevención de la trombosis. Aprenderás cómo manejar el dolor, cuándo tomar la medicación, y cómo cuidar tus heridas. Te darán detalles sobre cuándo puedes bañarte, si es necesario quitar puntos de sutura, y qué hacer y qué evitar. También recibirás una nota para tu empleador y un contacto en el centro médico para cualquier consulta posterior.